Apelaron las aplicaciones de delivery y siguen funcionando

Rappi, Glovo y Pedidos Ya, las aplicaciones de delivery, están técnicamente suspendidas y no deberían funcionar. El fallo del juez Roberto Gallardo, que dictó sentencia definitiva el lunes 5, está apelado pero sigue vigente. Sin embargo, en las calles se ve con funcionamiento casi normal a los repartidores de las tres firmas.

El juez actuó en respuesta a una presentación de la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios (ASIMM), que el viernes 2 de agosto, en la feria judicial, suspendió la actividad de reparto en motos y bicicletas. Dispuso que las empresas regularicen la situación laboral de su personal, que cumplan con el Código de Tránsito y Transporte (ley 5526); además, bloqueó los pagos con tarjetas de crédito y ordenó que se hagan operativos policiales para decomisar las mercaderías de los repartidores.

Ni ese fin de semana (el lunes siguiente dictó la sentencia definitiva) ni estos últimos días se cumplieron las mayoría de las órdenes. Al comienzo, se hicieron operativos policiales que decomisaron las mercaderías transportadas.

La causa está vigente y tramita en la Justicia en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, y el paso siguiente será la respuesta de la Sala I de la Cámara de Apelaciones, que ya convalidó un primer fallo de Gallardo en la misma causa.

En abril, el juez, conocido por varias decisiones polémicas contra el Gobierno porteño, ya le había ordenado a la Ciudad que prohíba la actividad de Rappi, Glovo y Pedidos Ya en todo el territorio porteño, hasta que sus repartidores cumplan con las medidas de seguridad exigidas a partir de una modificación hecha en 2016 al Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad.

Además, se estableció un plazo para para solicitar la habilitación para operar y su inscripción en el Registro único de Transporte en Motovehículo y/o Ciclorodados (RUTRAMyC).

Se controla que los repartidores tengan casco, chaleco refractario, libreta sanitaria y la caja fija en la moto o en la bicicleta, ya que no la pueden usar como mochila.

El conflicto judicial comenzó en diciembre, cuando firmas nucleadas en la Cámara de Empresas de Mensajería en Moto y Afines de la República Argentina (CEMMARA), con el apoyo del sindicato, iniciaron una acción de amparo para que se tomen “las medidas necesarias para regularizar el funcionamiento” de estas app; además de “implementar controles para que la actividad se desarrolle en acuerdo con la ley”.

Como ocurrió la primera vez, la apelación está encabezada tanto por el Gobierno de la Ciudad como por las empresas que prestan servicios de delivery mediante las aplicaciones.

Fuentes del sector le dijeron a Clarín que trabajan normalmente y que incluso sigue vigente el pago con tarjeta de crédito. También aseguraron que los repartidores no están sufriendo la incautación de las mercaderías que transportan.

Por su parte, fuentes del Ejecutivo porteño aseguran que siguen adelante con los controles y multan a aquellos que no respetan el Código de Tránsito.

Según información oficial, desde abril, en 20 puestos, se realizaron 7.667 controles a ciclistas y motociclistas que trabajan para aplicaciones de delivery. Hubo 705 ciclistas y 425 motociclistas infraccionados.

Además, desde mayo se realizan cursos de educación vial específicos para deliverys. Los encuentros duran 3 horas y se brindan conceptos de seguridad vial y normas de convivencia. Los hace la secretaría de Transporte porteña y, desde fines de mayo, los hicieron unos 700 repartidores. A los que rindieron el examen se les otorgó un casco.

 Aunque por un fallo judicial no pueden trabajar, los repartidores de Rappi, Glovo y Pedidos Ya lo siguen haciendo. 
Foto: Rafael Mario Quinteros