La injusticia y el sacrificio de Alquilar

YO VOY AL RUIDAZO PORQUE….

Tenía 26 años cuando me fui de la casa de mis padres en Villa Pueyrredón.

Hacía algún tiempo que lo venía postergando. Preferí dedicarme al estudio y no ocupar gran parte de mi día en un trabajo formal.

Tuve esa posibilidad. Mis viejos bancaban la casa y yo me ocupaba de “mis gastos”.

Los viernes y sábados hacía eventos para una empresa de catering y con eso me alcanzaba para el colectivo, los apuntes, la ropa y algunas salidas.

En diciembre de 2006 me recibí de Contadora, primera generación universitaria de mi familia.

En 2007 empecé a trabajar. Ahorré la mitad de mi sueldo durante varios meses, les pedí la garantía a mis viejos y empecé a buscar departamento.

Encontré un dos ambientes cerca de Plaza Almagro. Pagué cuatro meses y pico de alquiler: un mes de alquiler por adelantado, uno de depósito, dos de comisión y algo más de gastos administrativos. Además presenté mi recibo de sueldo y garantía propietaria.

Me fui a vivir sola, con el crecimiento personal que eso implica.

Cuando me dieron las llaves del departamento, llevé la cama y el escritorio de mi habitación.

De a poco fui equipando el departamento, me compré heladera, mesa y sillas.

Cada dos años firmaba un nuevo contrato. Alquilé sola, con amigas y en pareja.

Fui cambiando de departamento, de barrio y de inmobiliaria.

El alquiler iba aumentando con la inflación y mi sueldo también.

Cuando estaba cerca de una renovación me ajustaba un poco, ahorraba una parte del sueldo y el medio aguinaldo.

Con eso pagaba el depósito, la comisión, los gastos administrativos y la mudanza.

La última vez que firmé un contrato fue en octubre de 2015, $5500 con ajustes semestrales del 15%, a eso debía sumar $600 de expensas, y unos $400 entre impuestos y servicios. Todo sumaba $6500, un 40% de mi sueldo.

El ajuste semestral que fijamos en el contrato me llevó el precio a $6400, después a $7200 y ahora a $8300. Las expensas pasaron de $700 a $1700 y las tarifas de servicios públicos se multiplicaron, entre agua, luz, gas y ABL estoy pagando $2000.

Alquilar en la Ciudad de Buenos Aires, hoy me representa el 60% de mi sueldo y el contrato está por concluir.

La inmobiliaria me está pidiendo $9400 a partir de Diciembre, más todos los costos de renovación.

Si decido firmar tengo que pedir plata prestada y resignarme a dejar el 70% de mis ingresos en el alquiler.

Vivir con un tercio de sueldo, en los tiempos que corren, no es una opción, no es vida.

Ya les avisé a mis viejos que desocupen la habitación, que por unos meses me vuelvo a vivir con ellos.

Les escribo para contarles brevemente mi historia. Creo que esto que describo es lo que estamos viviendo las inquilinas y los inquilinos, en mayor o menor medida, todos nos vimos perjudicados por el aumento descomunal de los alquileres y las expensas, en comparación del aumento de nuestro salario.

Por eso quiero decirle que hoy me van a ver en el RUIDAZO INQUILINO.

Porque de alguna forma tenemos que lograr que nos escuchen y que se vote una LEY DE ALQUILERES JUSTA en el congreso.

Es nuestra oportunidad, no la desperdiciemos.

Ana. Inquilina.

Pd: Gracias por todo lo que hacen.