Los delincuentes habían atacado al investigador estadounidense Michael Rosbash en el pasado mes de abril.
Por medio de Persona de la Policía se secuestró armas, dinero en efectivo, marihuana, celulares y cascos de motos.
Cinco integrantes de la banda que le robó al Nobel de Medicina Michael Rosbash en Ciudad Universitaria cayeron tras diez allanamientos de la Policía de la Ciudad.
El robo al investigador estadounidense ocurrió en abril pasado, durante su visita al Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias del campus universitario, donde había sido invitado para recibir un doctorado honoris causa. Rosbash estaba junto con el profesor Omar Coso, quien lo había llevado hasta la puerta del edificio en su auto.
Una vez que estacionaron, los investigadores fueron abordados por dos motochorros que, después de amenazarlos con un arma, rompieron la luneta, tomaron los objetos personales y escaparon.
Tras el asalto y «otras situaciones similares» que indicaban que se trataba de los mismos delincuentes comenzó una investigación a cargo de la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad, que presentó la información al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 23 a cargo de Roberto Ponce.
El jueves, finalmente, el juez dispuso que se allanaran los 10 domicilios ubicados en los barrios porteños de Parque Patricios, Constitución y Flores.
Como resultado de los operativos, en uno de los procedimientos se detuvo al cabecilla de la banda y se secuestraron varios teléfonos celulares, un Volkswagen Gol, señalado en la investigación como el utilizado para seguir a los damnificados, un martillo rompe cristales con el que estallaban los vidrios de los automóviles y un revolver con municiones.
En los otros allanamientos se logró capturar a cuatro delincuentes más: tres hombres y una mujer. En sus viviendas se encontró dinero en efectivo, varios cascos de motocicleta, picadura de marihuana, balanzas de precisión, varios celulares, un arma de fabricación casera tipo «tumbera» con siete cartuchos de escopeta calibre 32, y la moto con la que le habían robado al premio Nobel de Medicina. El vehículo tenía pedido de secuestro activo.
«Esta organización delictiva contaba con ‘marcadores’ que señalaban a las victimas, ‘remiseros’ que llevaban a otros integrantes de la banda para que cometan el robo y los ‘pilotos’ que conducían las motos con las cuales se cometían los delitos», explicó el secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro.