Descubrir problemas visuales en los niños suele ser difícil ya que muchos (sobre todo si se encuentran en sus primeros años de vida) no manifiestan síntomas o, simplemente, no saben qué les está pasando.
Con frecuencia, las alteraciones oculares son imperceptibles si solo se manifiestan en un ojo y se hacen evidentes si por algún motivo se tapa el ojo con buena visión y queda descubierto el del problema. También ocurre que, si ambos ojos están afectados y los niños perciben su mundo a través de éstos, creerán que es la única forma de ver, razón por la cual no lo detectan como un síntoma extraño.
Por lo tanto, es responsabilidad de los padres prevenir y tratar las alteraciones que puedan afectar la vista de los niños, tanto si éstas se desarrollan durante la infancia como si son congénitas.
Estás son 6 señales de afecciones visuales en niños:
1. Tienen dificultades para elegir los colores de la gama básica
Esto se puede apreciar tanto en sus elecciones cotidianas y en su sentido de la observación, como en el momento de realizar combinaciones cromáticas. Los problemas visuales relacionados con los colores no tienen que remitir al daltonismo, que es, en sí mismo, una anomalía más compleja.
2. No prestan la atención debida
En este punto, es fundamental saber distinguir los problemas de atención de aquellos que se derivan de las anomalías visuales. En este último caso, se cansan con facilidad y su interés por lo que se les explica va diluyéndose.
3. Acercarse demasiado las pantallas y textos
Si interactúan de manera asidua con dispositivos electrónicos como smartphones, tablets o teléfonos celulares, será notoria su tendencia a permanecer cerca de las pantallas para no perder detalle de lo que ven o leen. Algo similar a lo anterior ocurre cuando consultan libros de texto o folios de papel. Se acercan más de la cuenta para entender lo que está escrito.
4. Angustia cuando escriben
También es bastante frecuente que se sienten mal en el momento de escribir, algo que hacen de manera inconsciente. Lo que intentan decir es que no pueden enfocar ni apreciar lo que tienen en su campo de visión.
5. Adoptan posturas extrañas con la cabeza
No es que tengan problemas de hiperactividad; en realidad, a veces realizan estos movimientos con el único fin de ver mejor los objetos, avisos, textos o, incluso, personas que tienen delante. Con el paso del tiempo, éstas se convierten en un hábito.
6. Enrojecimiento y lagrimeo
Si la anomalía es infecciosa o bacteriana, lo más habitual es que se froten los ojos con frecuencia y parpadeen insistentemente. En fases más avanzadas, el enrojecimiento de los ojos o el lagrimeo constante también pueden ser pruebas irrefutables de que algo no anda bien en la salud visual de los niños.
La importancia de la atención a tiempo
No tratar a tiempo los problemas visuales de los niños aumenta los riesgos de sufrir enfermedades que, a largo plazo, pueden comprometer su salud visual en otras edades. A la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo se pueden sumar otras anomalías como elestrabismo, el ojo vago o ambliopía.rori