Tras extensas jornadas de altas temperaturas y una nueva ola de calor que continúa presente hace 14 días, las ansiadas lluvias se hacen esperar. Sin embargo cada vez falta menos para la llegada de las precipitaciones y de vientos del sur que traigan aire fresco al territorio porteño.
De esta manera, el martes continuará marcado por el calor y con un cielo mayormente nublado. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene hoy alertas rojas por temperaturas “extremadamente elevadas” para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y parte del norte de la provincia de Buenos Aires.
El día inició con una mínima elevada de 27° grados y se espera una máxima de 36°, siendo este el momento más caluroso de toda la semana. Sin embargo, actualmente contamos con una sensación térmica de 42,2°. Asimismo se esperan vientos en dirección norte y noreste con una velocidad de entre 13 y 22 kilómetros por hora.
Para la tarde de este martes, el SMN anunció la llegada de posibles lluvias, con una probabilidad de entre el 10 y 40%, que, al caer la noche, podrían generar un descenso de la temperatura a unos 29ºC.
Llegando a mitad de semana, el alivio empezará a sentirse en mayor medida en la ciudad gracias a la presencia de chaparrones durante la mañana. Luego el día continuará con un cielo mayormente nublado, con una mínima de 25° grados y una máxima de 31°C, Se esperan vientos –con una velocidad de entre 7 y 12 kilómetros por hora– en dirección noroeste que luego virarán hacia el oeste.
Recomendaciones del SMN contra el golpe de calor :
-Aumentar el consumo de líquidos para mantener una hidratación adecuada.
– No exponerse al sol en exceso ni en horas centrales del día.
– Evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas.
– Evitar comidas muy abundantes.
– Ingerir verduras y frutas en vez de comidas abundantes.
– Reducir la actividad física.
– Usar ropa ligera, holgada y de colores claros.
– Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
Y en cuando a la hidratación, es aconsejable consumir al menos 2 litros o entre 6 y 8 vasos de agua por día. El objetivo es no perder a este principal componente del cuerpo humano que permite regular la temperatura corporal; mantener la piel hidratada y elástica; transportar los nutrientes a las células del cuerpo; y, retirar los residuos o sustancias de deshecho, entre otras funciones.