La presión para que se relaje la cuarentena es cada vez más fuerte y muchos ya se toman “licencias” para salir

El último fin de semana fue notable: alcanzaba con dar una vuelta por cualquier barrio para ver el movimiento. Algunas personas en bicicleta, otras caminando de a dos como si hubieran salido a pasear, colas extensas en la puerta de los locales. Y muchos negocios que no son parte de los rubros de excepción, decidieron abrir. Es un hecho: la gente empezó a decir «basta» y la cuarentena por la pandemia del coronavirus se fue relajando.

La consultora Aresco, que mide la evolución de la cuarentena desde su inicio, reflejó ese estado de ánimo. Su último trabajo, realizado el 30 de abril en la Ciudad y el Conurbano, sobre 2101 casos, concluyó que el 48% reclama una mayor flexibilidad. Esto es: que haya más excepciones que permitan más actividades económicas.

También crece el número de personas que demanda una apertura total. En concreto, quienes desean “que se levante la medida para que funcione la economía normalmente”. Así lo expresó el 11% de los encuestados por Aresco. Una semana antes, en un informe de la misma consultora, solo el 9% de los participantes había dado esa respuesta

El domingo vence la última prórroga del aislamiento y es una fecha clave. ¿Seguirá la medida o se empezará a flexibilizar? Al respecto, el ministro de Salud, Ginés González García, deslizó que “debemos empezar a tener actividades sociales y productivas” porque “no podemos tener una cuarentena permanente”.

Aunque la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, se mostró firme. “Si pensamos que el 10 de mayo se levanta la cuarentena es un error importante. Aseguró que la salida del aislamiento será escalonada, pero evitó dar una fecha.

“No va a haber un ‘se terminó la cuarentena hoy y mañana es como antes’. Va a haber un proceso gradual que tenemos que transitar sostenidamente para habilitar actividades”, indicó Vizzotti.

Mientras tanto, el debate se fortalece en redes sociales. La frase “cuarentena extendida” estuvo, por la mañana del lunes, entre las 10 principales tendencias de Twitter en Argentina. Entre los miles de mensajes compartidos por los usuarios, se destacó el reclamo de empezar a priorizar la economía.

“La gente está rompiendo la cuarentena. No tolera más muchas cosas: la incertidumbre de lo que va a pasar, la falta de posibilidad laboral, la falta de vínculos y contacto social”, dijo la psicóloga Gabriela Martínez Castro, directora del Centro Especializado en Trastornos de Ansiedad (CEETA). “Llega un momento en que muchos dicen: ‘prefiero contagiarme a seguir encerrado’. Porque, realmente, hay una repercusión enorme en la salud mental”, continúa.

Según Martínez Castro, la Argentina ocupa el sexto lugar entre los países más ansiosos del mundo. A esa base que ya teníamos, ahora le sumamos el estar encerrados. Por eso, las consultas a los expertos se dispararon, llegan desde todo el país y desde el extranjero. “La gente se pone más ansiosa, se preocupa más. El que antes no era ansioso, ahora lo es”, dice la directora del CEETA, donde están brindando asistencia virtual gratuita, todos los lunes y jueves, con inscripción previa.

Negocios y tránsito en Avenida Corrientes

Negocios y tránsito en Avenida Corrientes .

“El hecho de violar la cuarentena hace que las personas se sientan un poco más tranquilas. Y lo verbalizan, por su salud mental”, sigue la psicóloga. En base a los comentarios de sus pacientes, señala que muchas personas “directamente circulan” y que “se está viendo lo que sería, entre comillas, un mercado negro: la gente va a la casa del peluquero o de la depiladora, y las zapaterías abren dos horas por día”.

¿Y si voy a comprar azúcar? ¿Y si saco a pasear al perro? ¿Y si visito a la abuela? Son muchas las excusas que buscamos para ver el sol y que nos invitar a salir más de lo estrictamente necesario.

Una encuesta realizada por Adecco entre más de 3 mil argentinos, durante el mes de abril, arrojó que el 40% sale de su casa una vez por semana, el 20% lo hace dos veces y el 12% tres veces. Un 13% dijo salir todos los días porque trabaja y un 4% lo hace varias veces al día porque “tiene mascota”.

Otra realidad es que el confinamiento nos golpea de diferentes maneras. Aunque todos nos vemos afectados, en mayor o menor medida.

Por un lado, está la modalidad del home office. “La persona que tiene teletrabajo y puede seguir produciendo está bastante más tranquila. Aunque también se siente encerrada y tiene otras obligaciones que antes no tenía: la casa y los niños. Entonces, se les dificulta porque tienen una sobrecarga muy grande y necesitan que esto termine ya, de alguna manera”, dice Martínez Castro.

En el medio están los que “se la rebuscan”, por ejemplo, vendiendo productos en forma online. “Esa gente no está tranquila, pero es cierto alivio, considerando la situación general”, comenta la psicóloga.

El otro extremo lo ocupan aquellos que no pueden hacer absolutamente nada. “Están realmente muy mal. Y son las personas que lamentablemente ya tenemos que empezar a medicar porque están con principios muy fuertes de ansiedad y depresión”, cierra Martínez Castro.

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