Para este año, el lema del Día Mundial de los Océanos es «Unos océanos sanos, un planeta sano«, ya que algunas actividades humanas como la pesca ilegal, las prácticas de acuicultura insostenibles, la contaminación marina, así como el cambio climático y la acidificación tienen un impacto negativo sobre la manta azul que cubre al planeta.
En este sentido, no es novedad mencionar que los problemas de contaminación para los océanos en la actualidad es preocupante. Se estima que para 2050 habrá más plásticos en el mar que peces.
Además, la presencia de los plásticos ha llegado a sitios insospechados, lugares como la zona más profunda de la fosa Mariana, que únicamente ha sido alcanzada por una persona en el mundo y donde se encontraron especies marinas nunca antes vistas.
Los plásticos en el mar se han convertido en uno de los principales enemigos de las especies y de las organizaciones ambientalistas. Expertos en el tema explican que la presencia de ese tipo de contaminantes en zonas tan recónditas se debe a su composición ligera, la cual les otorga una mayor capacidad de dispersión.
Greenpeace ha reiterado que incluso los desechos que las personas tiran a la basura «correctamente» pueden llegar a los mares debido a la acción del aire y las lluvias.
Y es que el 80% de los residuos, en su mayoría plásticos, que se encuentran en los océanos proviene de la tierra. Esta contaminación , además, produce otros residuos que son muy dañinos para la salud de las especies marítimas e incluso para la humana: los microplásticos.
Por estas razones, la conmemoración del Día Mundial de los Océanos cada 8 de junio es vital para enfocar los esfuerzos en fortalecer la relación con los océanos y así generar movimientos y acciones que procuren una dinámica sostenible hacia el futuro.