La Ciudad se vistió de celeste y blanco

Los porteños que se levantaron temprano fueron los primeros en sorprenderse: la Ciudad amaneció teñida de celeste y blanco por el Día de la Bandera. Los colores patrios aparecieron en sendas peatonales y estaciones de Metrobus, subte y Ecobici. Hasta el jardín vertical que dibuja las palabras BA frente al Obelisco fue decorado con una escarapela gigante.

La acción fue desplegada por el Gobierno porteño, a través de la secretaría de Transporte y Tránsito. Y las banderas y pintura se mantendrán hasta el 9 de julio, el Día de la Independencia.

Ya desde la noche del miércoles, once monumentos y emblemas porteños se iluminan con luces celestes y blancas. Son el Obelisco, la Pirámide de Mayo, El Cabildo, el Monumento a los Dos Congresos, la Torre Monumental, el Palacio Lezama, el Puente de la Mujer, la Usina del Arte, la Floralis Genérica, el Planetario y la Facultad de Ingeniería.

El Obelisco brilla con las luces celestes y blancas.

El Cabildo brilla con las luces celestes y blancas.

Pero este jueves, los colores invadieron toda la ciudad. Las líneas blancas de las sendas peatonales quedaron intercaladas con franjas celestes en seis esquinas emblemáticas: Corrientes y Callao; Libertador y Maipú; Cabildo y Juramento; Avenida de Mayo y Perú; Santa Fe y Coronel Díaz, y Los Incas y Triunvirato.

En el Metrobus fueron decoradas 34 paradas de los corredores 9 de Julio, del Bajo, Norte y Juan B. Justo y de los centros de transferencia Pacífico y Sáenz.

Mientras tanto, en cada estación de subte colocaron banderas, cintas y escarapelas en halls y boleterías.

En el subte también hay banderas, cintas y escarapelas.

En el subte también hay banderas, cintas y escarapelas.

Las estaciones de Ecobici también se transformaron para la conmemoración. A cada una le pusieron un vinilo autoadhesivo de 1.95 metros de alto por 29.2 centímetros de ancho.

Desde Transporte indicaron que la instalación quedará visible hasta el 9 de Julio, aunque para esa fecha se repondrán las banderas o pinturas que se hayan dañado por las inclemencias del tiempo.