El salto de más de 30% en la cotización del dólar registrado durante el lunes —y el alza que continúa hoy— ya comenzó a tener su impacto en la vida cotidiana, especialmente en el consumo. Ante la incertidumbre, proveedores y comercios optan por frenar las ventas o suspender la financiación hasta que el panorama se aclare.
Esto abarca desde grandes compras hasta pequeñas. Contratos de alquileres ya acordados que postergan la fecha de firma o concesionarias que ya no tienen listas de precios vigentes, hasta kioscos que no venden cigarrillos o panaderías que reciben las bolsas de harina pero con la condición de pagar más adelante, ya con nuevos valores. Son solo algunos ejemplos de una economía que en un día perdió sus precios de referencia.
Desde las grandes cadenas de supermercados, en tanto, explican que desde ayer a la tarde las empresas proveedoras dejaron de tomar pedidos para próximas entregas
Desde las grandes cadenas de supermercados, en tanto, explican que desde ayer a la tarde las empresas proveedoras —sobre todo las alimenticias— dejaron de tomar pedidos para próximas entregas e incluso algunas ya están hablando informalmente de «nuevas listas» con aumentos previstos de alrededor del 10 por ciento.
«Hay una suspensión generalizada de ventas por parte de las empresas proveedoras. Desde ayer no se pueden realizar nuevos pedidos y a los que estaban pendientes de entrega se le quitaron los descuentos que estaban previstos«, explicó a InfobaeAlberto Guida, presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam).
La mayoría, aseguran, está esperando que el dólar se estabilice en un nuevo valor para poder ajustar sus precios. «Si vos tenés una devaluación determinada rápidamente tenés los precios actualizados. Pero el problema es que el valor del dólar desde ayer se mueve constantemente y genera incertidumbre. El 80% de los insumos de la industria de consumo masivo son importados», alertó Guida.
En una de las grandes cadenas detallaron que durante la tarde del lunes recibieron llamados de las empresas de electrodomésticos que pedían frenar las ventas por un tiempo y mientras tanto comenzaron a recibir informalmente —nada por escrito, impreso ni por e-mail— algunas listas con subas del 10% en alimentos, especialmente los vinculados con commodities, como las harinas y aceites, que ya tomaban un dólar de entre $55 y $62. «Las empresas buscan acolchonarse y recuperar en el corto plazo. Pero hoy no tenés margen para aumentar«, advirtieron.
La diferencia con otras devaluaciones, como las dos del año pasado, es que en ese momento los proveedores tenían mucho más stock que ahora
Desde General Motors, por ejemplo, comentaron que ya comenzaron a comunicar a su red de concesionarias aumentos del 23% en promedio en sus vehículos. De esta forma, pudieron comercializar normalmente. El resto de las empresas, al no tener nuevos precios, optó por suspender ventas.
«Es el momento más complicado para el sector de supermercados en los últimos años. Las ventas en volumen bajaron entre 8% y 10% con respecto a julio del año pasado, que fue un mes malo. Ya no estamos comparando con meses buenos e igual hay caída», señaló una fuente del sector. «La diferencia con otras devaluaciones, como las dos del año pasado, es que en ese momento los proveedores tenían mucho más stock que ahora y el pass-through (traslado a precios de los aumentos del dólar) fue escalonado», agregó.
En las cadenas de electrodomésticos la situación es dispar. Algunas continúan con normalidad, otras suspenden cuotas o ya tienen nuevos precios. «El retail de electrodomésticos mantuvo la comercialización de sus productos. Pero hubo algún proveedor especulador que frenó la facturación y abastecimiento. En líneas generales, no es masivo ni grave. Se fueron dando algunos aumentos pero muy por debajo de la devaluación de ayer a la espera de dónde se acomoda el dólar», explicaron desde una de las empresas, con sucursales en todo el país.
En las inmobiliarias, en tanto, hablan de «shock». Aunque venían con un año en caída —las escrituras porteñas vienen cayendo entre 40% y 50%—la estabilidad del dólar en los últimos meses les había permitido volver a tener algunas operaciones. «Estamos en observación ahora, con una parálisis temporal por el impacto de ayer. En general la operatoria continúa normal, pero el que estaba por tomar una decisión, la pospuso», señaló Alejandro Bennazar, titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).
Los comercios siguen operando normalmente, pero hay nuevos precios o suspensiones de venta